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Daniel Rodríguez
{ "tags" : [ "thoughts" , "analysis" , "spanish" ] , "title" : "Ser" }

Un internauta interpretando al ser.

Entre mis hábitos se encuentra el de mantenerme constantemente actualizado a través de Internet. Mediante una cuidadosa selección de fuentes de información, ya sea por quienes sigo en las redes sociales, o bien por los sistemas de noticias como Reddit y Hacker News. En las últimas semanas tuve la oportunidad de observar algunas publicaciones que causaron revuelo en mi pensamiento, ya que las encuentro intrínsecamente relacionadas con mi compresión del "ser".

La primera de estas se trata de una breve exposición que el neurocientífico Vilayanur S. Ramachandran (1 y 2) dió en el 2009 durante el TEDIndia de ese año, titulada "Las neuronas que dieron forma a la civilización" (Hilo en Reddit) mediante la cual explica que existe un conjunto de neuronas en el sector frontal del cerebro que se encargan de identificar y asociar los comandos motrices del cuerpo humano (neuronas espejo), y que al menos un 20% se enciende también cuando vemos a otra persona ejecutar esa acción. Indica que ese comportamiento es una manifestación de imitación y emulación del entorno, la cual fue necesaria para la trascendencia de los conocimientos adquiridos por los humanos a través de su historia, desde la utilización de utencilios hasta otras herramientras más complejas, como el lenguaje, el cálculo, y cualquier otro indicio de evolución cultural (Relacionado: Lamarckismo, Memética y Epigenética).

Más concretamente, Ramachandran se enfoca en la empatía que tienen las neuronas al encenderse cuando un ser humano observa a otra persona interactuar con su entorno, y demuestra que lo único que nos permite identificar la diferencia de que un evento ocurra con nosotros a que ocurra con otros individuos, es el poder contrastar lo que se observa con lo que se siente (confirmado a través de personas con miembros amputados, quienes sienten cuando otras personas reciben estímulos en los miembros que ellos no tienen); mediante estos estudios, Ramachandran concluye que esta es la base de mucha de la filosofía oriental, que dice que no hay un verdadero "ser" inspeccionando el entorno, sino que nuestras consciencias, en constante comunicación, son realmente una sola.

Para más detalles, pueden leer: "Sensations Evoked in Patients With Amputation From Watching an Individual Whose Corresponding Intact Limb Is Being Touched" por Ramachandran, V. y Brang, B.

El video y las (pocas) lecturas que hice sobre Ramachandran me permitieron investigar sobre las neuronas y sus funciones de almacenamiento y asociación para cada una de las entidades o datos que constituyen la información.

Una entidad es todo lo reconocible mediante algún sistema de estudio de la naturaleza (ciencia), como la ontología, la lógica o la semántica. Las entidades pueden ser entonces objetos, propiedades, relaciones, eventos, números y conjuntos (Honderich, 2005). Un dato es un atributo de una entidad, hecho de piezas de información, distinguibles y cuantificables (data).

Cogito, ergo sum. — René D.

Para que una entidad pueda "ser", necesita cualidades cognitivas, medios para percibir, interactuar y analizar el entorno, con la finalidad de percatarse de su propia existencia. En este sentido se expresa Kant (reconocido por sus aportes al empirismo como funte del conocimiento), al decir que "No tengo conocimiento del yo que soy, sino del yo que percibo ser" (Kant, B 158).

La inteligencia se manifiesta y auto-organiza a partir de las conexiones e interacciones de las neuronas (Freedman, Hacedores de Cerebros, 1994), lo cual nos lleva al conexionismo, que define los modelos mentales o fenómenos del comportamiento como redes interconectadas de unidades simples (también asociaciones de datos o bien interpretaciones de entidades).

Sobre estos temas, curiosamente, pude comprender la importancia de la experiencia a través de un hilo en Reddit, en el cual Brian Christian, el ganador de la competencia "El más humano de los humanos" del premio Loebner, pedía a esa comunidad de usuarios que le hicieran preguntas. En esa competencia, cada participante busca convencer a un jurado de que en efecto es un humano y no una máquina, mediante la elaboración de pruebas de turing.

En sus respuestas manifiesta que su estrategia consistió en "salirse del libro", dejar de pretender dar respuestas inteligentes y dar espacio a la creatividad, lo que es realmente genuino en el humano, esos terrenos inusuales que se salen de la temática principal de la conversación y que dependen exclusivamente de la experiencia.

Christian dice que para lograr hacer que una conversación sea interesante, se necesita no solo de un modelo de la situación que envuelve a la conversación, sino de un modelo del mundo, que permita entender lo que es usual y lo que es inusual. Dice que es necesario haber vivido una vida, y además tener al menos un modelo reducido de las experiencias que ha vivido la persona con quien se habla.

La personalización es la guía fundamental para la vida humana. — David H.

Entonces deduzco que el "ser" necesita de experiencias que le permitan sustentar su existencia, y por ende surge la importancia de poseer una memoria para almacenar los estímulos que recibe del entorno, los cuales, luego de asociarlos y categorizarlos propiamente, pasan a constituir sus costumbres, que serán imitadas a través de las generaciones hasta catalogarse como cultura.

Para más detalles, pueden leer: "The most human human" por Brian Christian.

La importancia de la memoria para la existencia del "ser" se manifiesta en un estudio cinetífico de la BBC para evaluar el deterioro de las capacidades analíticas del hombre luego de 48 horas de aislamiento (Vídeo). En este, los voluntarios manifestaron un deterioro de sus capacidades para razonar, analizar, asociar y recordar.

Un ejemplo más reducido de ese estudio lo he vivido y lo he visto vivir a algunos de mis compañeros; el aislamiento y la dedicación reducen las interacciones sociales, lo que causa efectos como el tartamudeo, el aumento de las inseguridades y/o las reacciones vergonzosas. También he percibido cómo esa inestabilidad se normaliza a medida que regresamos a compartir con otras personas.

Esto me hace pensar que, de no mantenernos en constante interacción con nuestro entorno, las experiencias gracias a las cuales entendemos que existimos, se diluyen. Sin embargo, la soledad en cierta medida es necesaria, para darnos tiempo de analizar los estímulos, de meditar. Esto lo sustentan artistas como Stephen King, quien en su libro "Sobre la escritura" advierte a los aspirantes de ser escritores la necesidad de escribir con las puertas cerradas, y re-escribir con las puertas abiertas (artículo); así también, en un libro sobre Steve Wozniak, una de las leyendas en el campo de la computación, este dice que los mejores inventores e ingenieros son también artistas, y que los artistas necesitan estar lejos de ambientes corporativos y comités para tener las mejores ideas, por lo que él recomienda trabajar en soledad (artículo). Entonces: ¿Quizás se trata de auto-regular el nivel de estímulos que percibimos?

Por otro lado, considero que tal como indica el empirismo, la asociación de percepciones contribuye en el desarrollo del conocimiento, y que las percepciones muy repetitivas pasan a ser constantes, sobre las cuales basamos nuestros principios. Además, sumado al "ser" que Heidegger definió como 'estar-ahí', pienso en el "ser" como en una entidad que se percibe condicionada a un cuerpo, definida en el espacio-tiempo, sobre el cual puede distinguirse debido a los efectos de su existencia para con las entidades que le rodean (¿Sería entonces física, quizas?).

No hay respuestas, sólo referencias cruzadas. — Norbert W.

Entonces entiendo al "ser" como la re-afirmación constante de la existencia propia, y a la "existencia" como una entidad cuyo valor se desgasta a través del tiempo, y se diluye a medida que su presencia ocurre, hasta llegar a no ser. Como la pintura en un afiche expuesto al sol, que con el tiempo se decolora; como una montaña que poco a poco exparse su arenilla sobre las tierras bajas; una gota de tinta en el agua; una vela que se consume, o la impresión que al verla nos queda en el reverso del ojo.

No hay hechos, sólo interpretaciones. — Frederich N.

Así pues, lo que concurremos en menor medida tenderá al olvido. Incluyendo nuestra percepción de lo que somos. Sabemos que existimos en un rango de valores ambientales, en un plano de multiples dimensiones, cada una asociada a las variables que consideramos el "entorno". Nos encontramos, más cerca de algunas, más lejos de otras. Si dejamos de confirmar esa existencia, la falta de referencias nos hará imperceptibles. Nos olvidaremos que somos.

Amor es compartir el constante esfuerzo de afirmar la existencia del ser. — Daniel R.

by-nc-sa Daniel Rodríguez.