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Daniel Rodríguez
{ "tags" : [ "thoughts" , "economy" , "society" , "spanish" ] , "title" : "Sobre el Colectivismo" }

A continuación, algunas ideas sobre el colectivismo, lanzadas casi al azar:

Entre los fenómenos de la humanidad discutibles se encuentra el que nos interesa más aportar lo que creemos importante que lo que realmente se necesita. Es un comportamiento que considero individualista, por ende más enfocado en las necesidades personales que en los problemas sociales. Pero no puedo criticarlo, no sólo por considerarme individualista, sino porque ¿Es mejor el colectivismo?

El colectivismo, así como el socialismo, o bien la globalización, comparten problemas similares, primero que los tres generan una expectativa mínima de recursos, en la que en primera instancia abundan, pero que a medida que se distribuyen por la superficie total del nuevo conjunto, inevitablemente se reducen. Un ejemplo de esto puede ser la perspectiva comunista de igualar los salarios y las provisiones en toda la población, que falla, no por las implicaciones armamentistas que tienen que ocurrir para que dicha estrategia sea coreografiada, sino porque la fuente de recursos no está presente en misma medida a lo largo de todo el territorio, ni el trabajo puede ser equitativamente distribuido en la población. El trabajo depende de las necesidades, y estas varían según el ambiente donde se encuentre el individuo. De hecho este es el motivo por el que todas las tendencias que buscan la homogeneización tienden a fallar.

Ustedes dirán que el comunismo no es el caso que ocurre en el entorno en el que nos encontramos, o bien ¿Qué tiene que ver esto con la globalización? Pero ciertamente son similares, porque, consideremos a la información como un recurso (que lo es), la fuente de este son los órganos sensoriales de una población distribuida; a primera instancia, un fenómeno de comunicación global sería impregnar de información remota a los sensores locales. Esta información es considerada por los perceptores, implicando una interrupción en su procesamiento, un ruido que genera, entre otras cosas, una sensación de cambio en los conjuntos anteriormente aislados, que se percibe rica en nuevos valores.

El contraste entre los distintos grupos de datos genera nuevas demografías, que bien pueden ser usadas para explicar fenómenos anteriormente indistinguibles, pero que en esencia es el motivo por el cual la globalización ha recibido críticas desde sus inicios, y no me extraña, ya que es equiparable a llevarse a una isla virgen una especie común en otro sector, lo que puede terminar en la destrucción de la biodiversidad en ese territorio (Ahora, suplantemos biodiversidad por creatividad y variedad cultural).

Un ejemplo de riqueza en base al aprovechamiento de informaciones remotas se pudo ver en el auge del mercantilismo, que esencialmente consistió en usar datos novedosos para engañar a las percepciones preconcebidas del medio económico (usar mano de obra barata, realizar intercambios inequitativos), y que hoy en día sigue siendo vigente, aunque de manera menos perceptible, mediante negociaciones de poder entre empresa y estado.

Un sistema que esté siendo afectado por la información de otro puede ser susceptible a la homogeneización la información, tanto así como dos sustancias mezcladas pueden concluir en una solución distinta.

¿Cómo nos afecta esto?

Una de las primeras consecuencias podría ser que el valor de la materia prima se estandarizaría; esto puede considerarse como el correcto flujo económico de un mercado de transacciones libres, ¿Bajo qué situaciones el intercambio libre puede llegar a ser negativo?

Supongamos que en una población, la localización del recurso "pescado" está confinada a un pequeño segmento de productores ubicados en la única bahía de la región. Ahora, ingresamos a ese mercado la información de otros proveedores, que a una distancia un poco más larga (pero accesible) ofrecen los productos a un mucho menor precio. El destino de los productores iniciales sería el de bajar sus precios, lo cual le permitiría regresar a la competencia, pero si el ambiente se lo impide (por la dificultad de obtener estos recursos), se verá obligado a descapitalizarse.

Esto nos llevaría a un par de posibles escenarios. Uno en el que esta empresa, que, supongamos, antes era de gran influencia por su tradición, financia estrategias políticas para conseguir algún tipo de apadrinamiento, gracias al cual hace posible la aparición de un impuesto a la importación de "pescado". Esta medida sería injusta para la población, pero le garantizaría recuperar su antigua influencia, y quizás, aumentar la producción dentro de la región.

Otro escenario, más optimista, sería el de que la tendencia se acepte y la fuente de producción sea, a largo plazo, únicamente efectuada entre quienes logren la mayor producción al menor precio. Ahí es donde viene mi preocupación actual, quizás a largo plazo no se podrían conseguir productores capitalizados mediante su trabajo, sino que estos podrían producir solamente para cubrir sus necesidades.

Aunque parezca una perspectiva cerrada e ignorante (no es que no lo sea, pero), creo que un ejemplo que la permitiría justificar, sería el de la obsolescencia programada.

Sin entrar en detalles históricos, la obsolescencia programada es sencillamente una situación en la que el productor de un bien económico se asegura de que la durabilidad de su producto a largo plazo nunca logre satisfacer plenamente la necesidad de sus consumidores (por la cual él puede seguir produciendo). Es decir, por ejemplo, la fabricación de productos de fácil deterioro, lo que es común hoy en día.

En un principio mi postura era fundamentalmente en contra, pero con los años logré entender razones lógicas para esta.

La obsolescencia programada concluye en la acumulación de recursos por parte de los productores, pero ¿De qué importa esto? Pues, de mucho, un ejemplo de la acumulación de recursos son las bibliotecas o los centros educativos, que han permitido toda clase de avances en ciencias y humanidades, que forman parte hoy en día de lo más tradicional de nuestras culturas. Entonces, acumular recursos es necesario para progresar en las fronteras del aprovechamiento de los mismos.

Hace un tiempo expresaba mi crítica hacia el comportamiento de Apple a un familiar, en cuanto a que la calidad de sus productos se debía a una economía hipotética, que se había cultivado como consecuencia de las bolsas de valores, y que podía conducir a una insustentabilidad, que más tarde quizás, concluiría en estragos en la población. No recuerdo exactamente lo que dije, sin embargo, la respuesta que recibí me llega con bastante más claridad; me dijo: "pero ellos se han logrado posicionar como el ideal en calidad de tecnología". Entonces entendí la importancia de la acumulación de recursos (hipotéticos, tangibles o intangibles): sólo el exceso puede conducir a la excelencia.

En palabras más humanas, sólo el bienestar puede conducir al compartir. Y es una de las conclusiones a las que llegaba Dawkins en el gen egoísta, está más que demostrado que en el juego de la vida, el ceder la propiedad ocurre sólo cuando esta excede la mínima expectativa.

Quizás no me estoy haciendo entender, pero es lo mismo a estudiar antes de trabajar, o bien a esperar a tener experiencia en un campo antes de pretender dar clases.

Interpretando las palabras de Paul Graham en su conferencia en la PyCon de este año, la educación es una forma de inversión que busca obtener más recursos que los invertidos. O bien, como leía en Twitter hace un momento: "Sólo se es maestro si se sigue siendo alumno", que quiere decir, en términos de este artículo, que sólo se puede entregar conocimiento una vez se ha recolectado una cantidad mínima para sobrevivir.

Ya habiendo justificado la importancia de la acumulación de recursos, enfatizo mi preocupación con respecto al colectivismo en que la expectativa de recursos que este genera, y el miedo luego a perderlos, puede concluir en iniciativas de centralización que terminarían en colapso. Y es que, por más que intento pensar en la organización de grandes grupos, la segmentación me parece inevitable, aunque siempre aparece en consideración la necesidad de impartir normativas comunes de valoración (éticas, económicas), pero es en ese preciso aspecto en donde regresamos al problema de la expectativa; las técnicas de control de masas inevitablemente fallan en el intento de atender recíprocamente todas las necesidades existentes.

Pudiendo llevar este tema a más vertientes, lo que quiero decir es que, la mejor manera de llegar al colectivismo es mediante el individualismo.

"El individuo reconoce que mejorando su entorno se mejora a sí mismo"
– @jobliz

Sólo dejando fluir las perspectivas, se puede distribuir mejor la producción de información, ya que se obtienen más recursos creativos, y por ende, se puede garantizar una respuesta más rápida a los cambios ambientales, sobreviviendo así por más tiempo.

Antes de despedirme por esta instancia, sólo para concluir y para reflexión, les dejo como tarea analizar cómo lo mundano, lo ordinario y lo mediocre, se perciben como degenerativos, mientras lo descomunal y lo extraordinario, son excepcionalmente indicios de progreso.

by-nc-sa Daniel Rodríguez.